Problemas

Colombia es un país con profundas desigualdades en el acceso a oportunidades. Estas desigualdades condicionan la trayectoria de vida de millones de colombianos que enfrentan altas tasas de desempleo, altos niveles de informalidad, poca capacidad de ahorro, ingresos bajos y desprotección económica en la vejez. Sin equidad en el acceso a oportunidades se crean trampas de pobreza que se transmiten de generación en generación. No sorprende que, de acuerdo con la OCDE, en Colombia se requieran 11 generaciones para pasar del 10 % de más bajos a ingresos al promedio de la sociedad (en la OCDE el promedio es de 4,5 generaciones).

Este panorama de desigualdad se debe complementar en tres dimensiones. La primera es la desigualdad territorial: Bogotá tiene un ingreso medio 2,8 veces más alto que la media nacional, mientras que Chocó tiene un ingreso medio que equivale a un 47 % del promedio nacional; esto refleja profundas diferencias en la provisión de bienes públicos entre regiones, como educación, salud e infraestructura física y tecnológica. La segunda es la desigualdad étnica: la población indígena tiene una escolaridad promedio inferior a la de la población en pobreza extrema, y presenta una de las mayores brechas de ingresos y acceso al empleo formal entre grupos poblacionales. Problemas similares ocurren en las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. La tercera es la desigualdad de género: las mujeres sin educación tienen una tasa de ocupación de apenas el 31 %, frente a un 65 % para hombres sin educación; y las mujeres dedican 7 horas y 46 minutos diarias a labores de trabajo no remunerado, más del doble de lo que dedican los hombres (3 horas diarias).

Las brechas en el acceso a oportunidades son la génesis de la concentración en la distribución del ingreso (el Gini en Colombia en 2020 fue de 0,55, el más alto entre 15 países de América Latina analizados por la CEPAL), de la concentración en la tenencia de tierra y propiedad inmobiliaria urbana (Gini de 0,82) y de la concentración de la riqueza financiera (Gini de 0,72). En el agregado, los hogares con el 10 % de más altos ingresos concentran el 60 % de la riqueza inmobiliaria y financiera en Colombia.

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“Este proyecto se lleva a cabo en el marco de la Extensión de la Facilidad de Investigación sobre las Desigualdades. Coordinada por la AFD y financiada por la Unión Europea”